La energía solar es una fuente de energía renovable que se está convirtiendo en una opción cada vez más demandada en todo el mundo. La crisis energética mundial ha puesto de manifiesto las ventajas de las energías renovables frente a otras alternativas tradicionales.
Recientemente, la Agencia Internacional de la Energía ha publicado un informe en el que afirma que, en 2027, la fotovoltaica será la principal fuente de energía instalada en todo el mundo, con una capacidad total que casi se verá duplicada en los próximos cinco años. No en vano, industrias, empresas, comunidades de vecinos y domicilios particulares apuestan cada vez más por el abastecimiento fotovoltaico como alternativa a los combustibles fósiles tradicionales que, como el gas, vinieron marcando su hegemonía durante las últimas décadas.
A diferencia de estos últimos, la energía solar no conlleva emisiones de dióxido de carbono, lo que la convierte en una opción limpia, mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Optar por alternativas limpias y renovables, como el caso de la fotovoltaica, no es únicamente una decisión medioambientalmente responsable, sino que también es responsable en términos financieros.
El autoabastecimiento permite al usuario reducir sus gastos de manera inmediata debido al alto coste que actualmente tiene la luz, pero también a largo plazo, habida cuenta que la infraestructura requerida se rentabiliza tras un periodo de amortización cada vez menor. Así mismo, en el ámbito político, desde las Administraciones son numerosas las ayudas o incentivos que, en la actualidad, nos facilitan poder optar por el autoabastecimiento solar a través de los Fondos Next Generation que, en España, forman parte del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia del Gobierno.
En cuanto a su aplicación concreta en las industrias, la energía fotovoltaica puede utilizarse tanto para la generación de electricidad, como para el calefacción y refrigeración. Además, su instalación y mantenimiento son sencillos, ofrece una alta rentabilidad a largo plazo y tiene una vida útil superior a 30 años. Las industrias pueden beneficiarse de subvenciones del 35% para pequeñas empresas, 25% para medianas y 15% para grandes empresas, a través de mencionados Fondos Next Generation.
El autoabastecimiento con energía solar en la industria reduce la dependencia de otras fuentes y asegura un suministro constante para cubrir las necesidades energéticas, lo que ayuda a disminuir las pérdidas de negocio causadas por interrupciones del suministro.
Otra de sus grandes ventajas es que ayuda a combatir la contaminación y a acelerar la transformación ecológica del planeta, y también mejora la resiliencia de las industrias ante imprevistos medioambientales o conflictos geopolíticos. A largo plazo, la energía solar es más económica, habida cuenta que, aunque la instalación inicial de paneles solares requiere una inversión, el retorno genera ahorros significativos en la factura.
La inversión en energía solar también mejora la imagen de marca en términos de responsabilidad social y compromiso con el medio ambiente.